GravityLight: el sustituto de la lámpara de querosén que funciona con peso

Para el diseño, que muchas personas reconocen se trata de una disciplina básicamente de resolución de problemas (problem solving), hay tópicos que representan los grandes problemas de la humanidad: la salud, la alimentación, la energía. En estos espacios, las operaciones de diseño necesitan atender rigurosamente un conjunto de restricciones ligadas especialmente a los costos de producción y distribución.

La firma de consultoría británica Therefore, bajo la coordinación de los diseñadores Martin Riddiford y Jim Reeves, desarrollaron esta lámpara que funciona con peso: la GravityLight. Un proyecto especial que busca ofrecer una nueva alternativa de producción de energía de bajo costo para iluminación. El proyecto de la GravityLigth se encuentra en plena campaña de búsqueda de recursos económicos para el desarrollo final y fabricación, en la plataforma Indiegogo. La gente de Therefore pretende levantar los fondos suficientes para culminar detalles en el proyecto y realizar una donación importante de estos aparatos en regiones de África y la India, que permita hacer el primer ‘test‘ del producto y que finalmente pueda ser distribuido masivamente como producto.

Para producir electricidad con una lámpara, especialmente en regiones del mundo donde no hay, se han utilizado gran cantidad de tecnologías como paneles solares de baja eficiencia o sistemas mecánicos de manivelas. Estos modos de producir energía son muy costosos, frente al uso común de lámparas de queroseno que ocasionan innumerables problemas.

La Gravity Ligth permite, simplemente con el peso de arena o piedras, generar hasta 30 minutos de energía para encender 3 LED’s, igual cantidad de la que produce una lámpara de queroseno. Además de producir cierta cantidad adicional para otros dispositivos, con 10 kilos de peso se genera electricidad suficiente  para iluminar por media hora una habitación de 10 mts2.

«1.5 billones de personas en todo el mundo no tienen acceso a la electricidad». Las estadísticas sobre este tema, que dan el sustento del proyecto, son realmente significativas. Igualmente los daños que ocasiona el uso de lámparas que queman queroseno: «El Banco Mundial estima que 780 millones de mujeres y niños inhalan el humo, lo que equivale a fumar dos paquetes de cigarrillos al día. El 60% de los adultos mujeres son víctimas de cáncer de pulmón en los países en desarrollo y no son fumadoras. Los gases también pueden causar infecciones en los ojos y cataratas. La quema de queroseno es más un peligro inmediato: 2,5 millones de personas al año, sólo en la India, sufren quemaduras graves, con la caída de lámparas de queroseno. La quema de este combustible para la iluminación también produce 244 millones de toneladas de dióxido de carbono al año».

Así como muchos productos diseñados para situaciones de ‘necesidad‘ han pasado a formar parte de la vida cotidiana, la GravityLight, perfectamente podría ser utilizada en los centros urbanos donde hay excesos en el consumo de energía. La idea detrás de este mecanismo no es nueva, pero lo que si representa una innovación es la aplicación y uso del diseño para convertir una tecnología en un producto para la gente.

Información

Therefore Martin Riddiford y Jim Reeves
www.therefore.com

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