Movilidad responsable: bebé a bordo

Coches para bebé con grandes ruedas para un manejo y deslizamiento cómodo, pero con la dificultad de generar un “bulto” muy grande cuando está colapsado.

Como si se tratara de una práctica deportiva, los accesorios para el cuidado, manejo y transporte de bebés han tomado dimensiones desconocidas. Desde la implementación de grandes tiendas dedicadas exclusivamente a niños hasta el desarrollo específico de dispositivos muy sofisticados, especialmente cuando se trata de productos un poco más complejos.

El uso de ciertos materiales en el desarrollo de productos para niños ha sido sometido a muchas presiones en los últimos años. Hasta hace muy poco tiempo el mobiliario de parques infantiles eran pintados con material tóxico y la creación de normas internacionales a permitido que estas prácticas industriales cesen. Actualmente hay un movimiento muy importante en contra del uso de ciertos plásticos en el manejo de alimentos y esto a generado dudas, polémicas y alertas.

El límite global de la cesión de los componentes de materiales y objetos plásticos a los productos alimenticios, conocido como ‘migración‘, es objeto de regulaciones internacionales  donde se registran cerca de un centenar de materiales plásticos que no podrán ser usados en envases o contenedores de alimentos.

En relación al manejo de los bebés en sus rutinas diarias, también se han producido miles de objetos. Específicamente para la movilización de niños , los “coches” aparecen como un producto importante, visible y volumétricamente con más presencia que cualquier otro. Las actividades que atienden son muy variadas, pero están conectadas fundamentalmente con la manipulación de los bebés recién nacidos entre la casa y los espacios públicos con el carro como espacio de tránsito momentáneo.

Pero esta actividad para neonatos, porque para niños de mayor edad los problemas y situaciones son otras, solicita del proyecto de coches unas características que aparentemente son muy difíciles de proporcionar todas juntas: seguridad, bajo peso, practicidad, ajuste de piezas, combinación de piezas, materiales duraderos, posibilidades de transformación, agregado de accesorios, etc.. Grandes fabricantes de productos para niños como Maclaren han hecho comunicados públicos, que responden a demandas sobre ciertos daños que causa el manejo de algunos de sus productos.

Nuevamente la paradoja que surge con el diseño de productos y que se convierte casi en un estamento: se quiere y se necesitan objetos y productos que puedan contribuir con la calidad de vida de las personas, pero no se quiere llenar el planeta de corotos inservibles y poco útiles. Al mismo tiempo no se puede satanizar el diseño industrial como una práctica inflacionaria.

Los aportes en términos de configuraciones formales, aplicación de nuevos materiales y tecnologías, diseño de las nuevas experiencias en el uso de productos de uso cotidiano son fundamentales para el desarrollo y la innovación, para el crecimiento económico. El diseño responsable no puede ser una etiqueta de doble filo.

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