Materiales cultivados: entre los hongos y los residuos

(imagen: @somos.mosh)

En un contexto global donde la sostenibilidad dejó de ser una opción para convertirse en una necesidad, el diseño y la producción de materiales atraviesan una transformación profunda. Nuevas alternativas de origen biológico, como los biomateriales cultivados a base de hongos, emergen como respuestas posibles frente a los desafíos medioambientales contemporáneos.

Estos materiales se generan a partir del micelio (parte vegetativa del hongo), que al cultivarse con desechos orgánicos produce un material biodegradable con características que pueden variar según su procesamiento.

Aunque todavía es un material emergente, a nivel global ya existen varias empresas que lo trabajan a gran escala. Algunas de las más relevantes son Ecovative, que se enfoca en packaging, y MycoWorks, dedicada a la fabricación de cueros, ambas con sede en Estados Unidos. También está Mogu, una firma italiana, que se especializa en la producción de paneles acústicos.

Desde Latinoamérica también surgen numerosos proyectos que exploran e impulsan este tipo de biomateriales, aplicados a todo tipo de productos, como es el caso de Radial bio (México), Mushbio (Ecuador) y Manifiesto (Chile), entre otros.

La mayoría de estas empresas genera sus materiales aprovechando desechos orgánicos del territorio de origen, como en el caso de Manifiesto, que utiliza la cáscara de maní para crear un packaging compostable para sus cremas elaboradas a partir de maní, adaptándose a un circuito de economía circular en el que los desechos pueden convertirse en recursos.

(imagen: @Manifiestoclub)

Esta tendencia también tiene lugar en Argentina, donde existen numerosos proyectos en desarrollo. Entre estas, tres iniciativas reflejan su aplicación en diversos contextos productivos.

Fungipor

Ubicada en la provincia de Salta, es una empresa dedicada al desarrollo de packaging sustentable a base de hongos. Su producción aprovecha la paja de poroto (Phaseolus vulgaris), un recurso renovable y biodegradable que, pese a su disponibilidad, suele ser desaprovechado y quemado en los campos.

Según datos compartidos por la empresa, en las provincias de Salta y Jujuy se cosechan anualmente más de 240.000 hectáreas de porotos, lo que genera una gran cantidad de desechos agrícolas que mediante este proceso, se transforman en materia prima.

En 2022 fue reconocida con el Sello Buen Diseño y el Sello Bioproducto, otorgados por la Secretaría de Industria y Desarrollo Productivo de Argentina.

(imagen: @fungipor)

MOSH

Desde Buenos Aires, especializada en soluciones de embalaje sustentable, desarrolla un material compostable a partir del cultivo de micelio y residuos agrícolas con el objetivo de reemplazar los plásticos de un solo uso.

Recientemente participó en la Milano Design Week 2025, donde presentó una instalación en colaboración con Cabinet Óseo, un estudio dedicado a la joyería y el arte contemporáneo. Juntas crearon una serie de esculturas desarrolladas con micelio, explorando nuevas formas de expresión a partir de biomateriales. En sus redes sociales, la describieron con estas palabras: «En el corazón de esta obra vive el micelio: un material regenerativo que trasciende lo orgánico para convertirse en lenguaje artístico.
Cuerpo y naturaleza se funden, revelando esculturas efímeras que dialogan con el espacio, la forma y el tiempo».

(imagen: @somos.mosh)

Mycorium Biotech

Startup biotecnológica nacida en la ciudad de Rosario, comprometida con la creación de materiales sostenibles y respetuosos con el medio ambiente para la industria de la moda. Apoyada en la ciencia y el trabajo en laboratorios, su enfoque principal es la producción de cuero a base de micelio, posicionándose como una alternativa innovadora al cuero tradicional.

(imagen: Linkedin/mycoriumbiotech)

Estos proyectos demuestran cómo los biomateriales a base de hongos no solo representan una alternativa viable para ampliar las opciones materiales, sino también una oportunidad para repensar los modos de producción desde una lógica sustentable y local

(imagen: @Radial.bio)
(imagen: @Mush.bio)

Información

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