ECO-FLO: un kit de prueba COVID-19 biodegradable con interfaz intuitiva

ECO-FLO tiene cuatro partes: el kit de prueba, la tira de prueba, una almohadilla absorbente y una pequeña bolsa.

Hace algunas semanas el conocido diseñador industrial Dan Formosa, cofundador de Smart Design en Nueva York, comentaba sobre la falta de diseño en las pruebas de COVID-19 que en los últimos meses han invadido el mundo entero. Formosa se refería no solamente al exceso en el uso de materiales, pero fundamentalmente a los problemas de lectura en la interfaz de este artefacto de prueba.

Lo que recibimos todos fue un pequeño dispositivo que usa un sistema codificado para indicar si la prueba es positiva o negativa. Este sistema, un estándar para las pruebas de embarazo donde se utiliza una muestra de orina con reactivos desarrollados desde los años treinta y que dio paso a la conocida prueba de embarazo casera diseñada en 1988, usa los códigos C para control y T para test. Este mismo sistema es usado en las pruebas para la Malaria con muestras de sangre, pero se trata de una codificación técnica que viene de los lenguajes usados por la ciencia, puesta en las manos de la gente sin ningún tipo de filtros y que para el COVID-19 el uso de la C crea una complicación particular en la lectura. Así, la situación de emergencia global que produjo la pandemia, con consecuencias en todos los aspectos de la vida en el planeta, ha sido un reto para todas las áreas del conocimiento incluyendo el diseño.

El estudio de diseño Morrama en Londres diseñó este kit de test para Covid-19 que reduce los desechos plásticos de un solo uso que incrementaron exponencialmente con la pandemia. Aunque es difícil obtener información general sobre el uso de estas pruebas en todo el mundo, según algunas fuentes en diciembre de 2021 se habrían usado algo mas de 3.5 mil millones de kits para test. ECO-FLO de Morrama espera reducir ese número.

«El plástico ha estado en la primera línea de la pandemia: máscaras faciales, pruebas de flujo lateral y botellas de desinfectante», dice el fundador y director creativo de Morrama, Jo Barnard. «Con las nuevas variantes de COVID-19 en constante evolución, las pruebas activas han sido y seguirán siendo una parte importante de vivir con COVID-19. En Morrama, nos inspiramos para crear un kit de prueba que no contribuya a la cantidad de plástico que termina en los rellenos sanitarios».

ECO-FLO fue diseñado como un kit de prueba que utiliza una muestra de saliva. La prueba rápida de proteína en la saliva (Rapid Saliva Protein Test – RSPT), tan eficiente como las pruebas hechas con hisopados nasales, ha sido desarrollada desde el inicio de la pandemia en 2020 y actualmente algunos laboratorios la distribuyen. A diferencia de los hisopos nasales, que son invasivos y también deben realizarse con habilidad, el kit de prueba basado en saliva ofrece una alternativa mucho más intuitiva.

«Las pruebas de flujo lateral existentes fueron una reacción a la amenaza de la pandemia y se realizaron a gran velocidad para permitir las pruebas en el hogar. Como resultado, casi no hubo consideraciones sobre la facilidad de uso y el impacto sobre el medio ambiente en el proceso de producción o descarte. Ahora tenemos la oportunidad de corregir esos errores», leemos en la descripción del proyecto que hace la gente de Morrama. «Proyectándose hacia futuras pandemias, ECO-FLO podría ofrecer una opción más simple, más accesible y más sostenible para ayudar a mantener a las personas seguras a través de pruebas masivas instantáneas, diseñadas pensando en las personas y el planeta».

El kit está hecho de pulpa de papel reciclada, mientras que la bolsa que lo contiene utiliza una película con el material biodegradable Natureflex. ECO-FLO de Morrama usa un estilo de “casilla de verificación” para indicar si el resultado es positivo, a diferencia de los kits de test actuales que usan la C y la T, que hacen mucho más fácil la lectura de los resultados.

Información

Morrama
www.morrama.com

[imágenes: Morrama]

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