LUNARK: el experimento de SAGA para el espacio, usando patrones de origami

Este proyecto está lleno de conexiones con el diseño. Tantas cosas que se han diseñado usando el Origami. Esa milenaria técnica japonesa de doblar papel, ha tenido y tiene un enorme impacto en la experimentación con formas y superficies en el diseño y en la arquitectura. Gran cantidad de estructuras están inspiradas o basadas en modelos desarrollados por esta técnica tradicional y aquí en di-conexiones hemos publicado algunos proyectos que usan origami como principio: objetos de uso cotidiano como la luminaria Medusa o los pequeños Folding Robots, hasta el trabajo con teselaciones del artista Matthew Shlian. También, hemos estado muy atentos a proyectos relacionados con la carrera hacia el espacio, desde el trabajo en centros de investigación o en las iniciativas comerciales, hasta con las experiencias académicas, como el Taller de Diseño NASA/PRATT que comenzó en 2014 aquí en Brooklyn.

El hábitat LUNARK es una cápsula experimental con capacidad para dos personas utilizada como prototipo en una zona del Ártico para simular las condiciones de algún lugar en el espacio, de la Luna. «Una estructura completamente inspirada en los patrones que se ven en una hoja en ciernes a medida que se despliega».

El equipo de SAGA Space Architects en Dinamarca creó este habitáculo que se desarrolla desde un capullo completamente doblado hasta crear una gran forma ovoide, con una cubierta rígida hecha de fibra de carbono. «Su exterior es duro como un tanque, mientras que su interior es un hogar acogedor con una sensación de “higiene” nórdica».

El caparazón negro brillante distingue el exterior principal del hábitat. Se trata de una estructura con paneles sándwich y un núcleo de espuma para mejor aislamiento. «La fibra de carbono es ideal porque es liviana, lo cual es crucial para el transporte y el despliegue, pero resistente. Los paneles están conectados por una goma compuesta plegable blanca. La estructura portante principal es un marco de aluminio».

Para el test de este proyecto, el equipo de SAGA montó un ‘expedición’ en una región del norte de Groenlandia para instalar la cabina LUNARK. Durante tres (3) meses, los arquitectos Sebastian Aristotelis y Karl Johan Sørensen, vivieron una experiencia de confinamiento de un espacio interior reducido y condiciones ambientales extremas en el exterior. Las fantásticas imágenes de este proyecto hablan de futuro, un proyecto que en 2020 obtuvo con creces los fondos de financiamiento en Kickstarter para montar la expedición. La exploración de unidades mínimas para vivir ha sido siempre uno de los grandes temas de la arquitectura y el diseño.

Espacio interior de la cabina LUNARK.
Transportando la cabina al lugar del experimento.
La estructura colapsada en el contenedor.

Esta volumen no solamente está compuesta con planos, como algunas estructuras estáticas y construidas con patrones de superficies irregulares, sino que se trata de un sistema que crece, que aparece como una pieza plagada y completamente colapsada, hasta tomar su forma final. Como lo hacen las figuras construidas con Origami.

Construcción de modelos y prototipos.

De una cosa podemos tener certeza, si proyectos como este no llegamos a verlos funcionando en viajes comerciales a la Luna, la información que surge de esta investigación práctica puede ser de gran ayuda y de forma inmediata para mitigar las condiciones de vivienda y refugio de millones de personas en todo el mundo y que viven en condiciones extremas como esta.

[imágenes y video: SAGA Space Architects]

Información

SAGA Space Architects
www.saga.dk

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