Nada cambia sin nada: Diseño de producto, patrimonio cultural Argentino

Instalación que da la bienvenida a la exposición Fifty years of Singapore Design en el National Design Center Singapore

El siguiente texto es una recopilación de información y pensamientos que empezó hace 6 años atrás. Un recorrido por 4 ciudades de 3 continentes que se vinculan y la fundamentación de una perspectiva sobre el valor del diseño que se torna global y que en Argentina por suerte hoy, está más cerca de tornarse realidad que hace 6 años.

Singapur

Singapur declara su independencia del Reino Unido en 1963 y en 2013 el Centro Nacional de Diseño tiene su propio edificio, donde hoy se encuentra el Design Singapore Council. Entré allí en febrero del 2017, tras haber encontrado el edificio de la manera más fortuita posible. Una vez dentro me da la bienvenida Fifty Years of Singapore Design una recopilación de 300 elementos «icónicos, popular y fundamental que han dado forma a la industria», eso se puede leer en el flyer de la que ahora sé, es la muestra permanente del National Design Center Singapore.

Una vez adentrados en la exhibición se puede ver la organización en décadas que permite deducir el valor que otorgan al diseño por esas jovenes tierras: 1965 Construyendo una Nación/ 1975 Boom Económico/ 1985 Nuevas Tecnologías/ 1995 Globalización/ 2005 Mirando hacia atrás, mirando hacia adelante. Tan solo desglosando esa organización en décadas y sus epígrafes (y sin ver un producto) se puede comprender como es considerado factor fundamental para la creación de una nación, el desarrollo social, económico, tecnológico y como si eso fuera poco en la web dedicada a dicha exposición se puede leer:

«Cincuenta años es un tiempo compacto, pero estos son años decisivos que han visto a la industria del diseño emerger como una potencia creativa y un impulsor clave de la economía basada en la innovación de una nación».

«A través del viaje curatorial que incluyó entrevistas en profundidad y colaboraciones con diseñadores, esta exposición no es simplemente una cronología de triunfos e hitos de la escena del diseño de Singapur; sino también una colección de relatos personales, un autorretrato de la sensibilidad creativa y la actitud de una nación en un contexto de cambios estéticos, económicos y sociopolíticos».

La exposición permite obtener un recorrido guiado por una sala donde sus paredes son soporte para información gráfica con imágenes de cada década, y en el centro de la sala se pueden ver productos ya destacados en las paredes; indumentaria, pequeños electrodomésticos, mobiliario, vajilla, etc.. Una vez terminado el recorrido me da la despedida una línea de tiempo que ésta vez detalla año por año los sucesos más importantes de las disciplinas vistas en el recorrido; comunicación visual, producto y diseño industrial, moda y accesorios y diseño ambiental.

No soy curador, ni cerca de serlo pero en mi humilde entender lo interesante del paseo es la posibilidad de tener una visión global sobre la historia reciente del país a través del recorrido. Cómo fue evolucionando la industria, la economía, el estado y la sociedad, todo ese avance observando las nuevas necesidades que fueron satisfaciendo los productos allí exhibidos.

Plato de cerámica parte de la colección Singapore Icons diseño: Supermama. Banquitos apilables Unica Plastic Stool diseño: Chew-Moh Jin

Berlín

Dos años más tarde, en otro continente, en un país fundado en 1871 (casi 100 años de diferencia con el anterior) y por recomendación de una especialista y amiga como Luján Cambariere me encontré buscando entre las calles de Berlín al Museum der dinge “Museo de las cosas” el cual deja ver parte del archivo de la Deutscher Werkbund, asociación creada en 1907 (sí, 1907) por artistas, políticos culturales e industriales que aspiraban integrar los oficios tradicionales con las técnicas industriales de producción en masa a fin de poner a Alemania en un lugar competitivo con otras potencias tales como Gran Bretaña o los Estados Unidos.

Foto personal. Museum der Dinge

La historia de museo refleja los mismos movimientos históricos y sociales de alemania, en 1971 se crea el primer archivo y en el primer anuario se puede leer:

«Nunca se tuvo la intención de que el Werkbund Archive solo recopilara, Werkbund hace su trabajo interpretando la historia. Esa es su función».

En 1986 después de varias exhibiciones temporales el archivo consigue una exposición permanente en el museo Martin-Gropius-Bau (el nombre del museo ya indica su trascendencia) entre idas y vueltas, que en este artículo no son de principal importancia, el archivo del Werkbund por fin encuentra un lugar para su exhibición permanente en el año 2005.

El ingreso al museo se encuentra pasando por una arcada de piedra al fondo del patio interno de un edificio donde se alojaba la Deuta Werke G.m.b.H, una empresa dedicada a la tecnología aplicada al transporte. Entré pensando; ésta colección es cosa seria, es un país con una historia plagada de guerras, recuperaciones y hasta el actual liderazgo… las personas cambian su percepción al conocer que un producto es alemán con el famoso ‘ah pero ésto es alemán’. Una vez dentro del museo, en sus paredes se puede leer:

«El papel del artista dentro de la maquinaria del arte es elegir, entre una variedad de formas posibles, cada una de las cuales puede ser funcionalmente adecuada, aquella forma que sea estéticamente más satisfactoria. No embellece ni elabora, sino que refina, simplifica y perfecciona». (Philip Johnson, 1934)

Más alemán sería imposible. Esa frase de Johnson da el inicio a un recorrido que como prejuzgue es cosa seria. Salas que tienen sus paredes abarrotadas de objetos dentro de viejas vitrinas que tienen los mismos años que la colección.

«El museo se ve a sí mismo como una plataforma de aprendizaje y experiencia para el diseño estético para estudiantes de diseño y campos de estudio relacionados con los museos. Debe ser un lugar donde los estudiantes puedan encontrar inspiración durante su formación para convertirse en diseñadores y analistas de cosas, espacios y procesos y donde se promuevan las estructuras de comunicación entre las disciplinas que determinan el campo de trabajo del museo».

Vaya que cumple con sus objetivos. En el recorrido se puede visualizar la historia de la capital y del país, encontrando productos previos a la primera guerra mundial, productos utilizados durante esa guerra y el nacimiento de la escuela de Bauhaus tratando de encontrar una salida para un periodo de postguerra tan devastador. A partir del cierre de la misma Bauhaus se deja ver el inicio de la segunda (probablemente ésto que describo en dos líneas sea el periodo más trascendental de la historia del diseño, pero no es el tema en cuestión).

Una vez entrada la segunda guerra se puede apreciar de la mejor manera la identidad visual nacionalista utilizada por el nazismo en todos sus ámbitos, los productos de empresas vinculadas al régimen y ver como comienza a dividirse Berlín una vez finalizado el conflicto y siendo tomada cada mitad por el comunismo ruso y el capitalismo estadounidense, ver la diferencia entre tecnologías, colores y materiales aplicados permite entender esa división en cultura y costumbres mientras logra hacernos sentir en la piel de los habitantes de cada lado del muro. Como si esto fuera y en el mismo espacio temporal se puede ver el legado de Braun en lo que hasta hoy puede ser la principal influencia en diseño de productos a nivel global.

Poster recopilatorio Braun. Museum der Dinge

Hoy ,y también como un reflejo de los tiempos que corren, el museo debe dejar Oranienstrasse 25 en un ejemplo de cómo la especulación inmobiliaria está expulsando a los inquilinos y las instituciones culturales de sus barrios y destruyendo las estructuras establecidas.

Viendo en perspectiva estas dos naciones a pesar de los años de diferencia desde su nacimiento se puede observar la importancia que la sociedad y el estado otorgan a la disciplina del diseño, lo que ella produce y significa es la misma.

Vecinos del museo protestando frente al ingreso contra el desplazamiento de el Werkbundarchiv – Museo der Dinge, la librería “Kisch & Co” , la oficina de arquitectura “kklf” y el estudio de yoga Jivamukti.

Barcelona

Unos días más tarde, en el mismo continente pero caminando en un país con costumbres a las que los latinoamericanos estamos más familiarizados y gracias a las recomendaciones de amigos diseñadores pude encontrar frente a la conocida Torre Glòries el Disseny Hub Barcelona. Un edificio dedicado íntegramente al diseño en varias de sus disciplinas.

A principios de la década de los 2000 el Ayuntamiento de Barcelona se planteó crear un solo centro, un espacio integral que permitiera que el público entendiera el diseño en su consideración más amplia. Se decidió construir un espacio donde ubicar todas las colecciones y fondos patrimoniales barceloneses relacionados con el mundo del diseño.

Una vez dentro del museo una gran escalera mecánica da la bienvenida y nos saca de la planta baja que aloja la biblioteca y una sala dedicada a nuevas tendencias, ya en el primer piso un cartel corporeo negro sobre sobre fondo blanco proclama en catalán: “Del món / al museu” disseny de producte, patrimoni cultural. No hace falta traducción al castellano. En ese instante mi actitud sobre la visita fue otra, la de estar en un lugar que toma con la misma magnitud que yo, a la disciplina que ejercemos. Más entrados a esa primer sala se puede leer:

«El diseño de producto es uno de nuestros grandes patrimonios culturales. Porque cuando pongamos la mirada en Barcelona o en Cataluña, ahora o dentro de unos años, solo podremos entender cómo vivimos si conocemos aquellos objetos que tuvimos a nuestro lado, algunos de los cuales hoy son patrimonio del Museo».

Foto personal ingreso a la exposición Del mundo al museo, diseño de producto patrimonio cultural. Foto personal ingreso al Museu del Disseny

En lugares como éste sacar fotos no alcanza. Leí, releí, caminé, volví sobre mí. Hice todo lo posible para guardar la mayor cantidad de información posible de esos 4 pisos: piso 1/ diseño de producto, piso 2/ arte decorativo, piso 3/ siluetas y moda/ piso 4 comunicación visual.

Como éste articulo no es una reseña acerca de museos, ni una bitácora de viajes, no voy a detallar particularmente ninguno de los más de 70.000 objetos que la colección posee pero sí mencionar 2 imágenes; la primera que me sorprendió… un seat ibiza y me demostró el nivel de producción que se permitieron al entrar un auto a una planta alta; y una segunda que adelanta el porqué de este artículo, y se trata de 2 sillas de sangre argentina como la Toledo de Jorge Pensi y nuestro ícono con la que además dan la bienvenida en el cartel de entrada… la BKF.

Foto personal sala principal de la exposición Del mundo al museo, diseño de producto patrimonio cultural.

El cielo (por un rato) en casa

Cinco años más tarde y a miles de kilómetros de los relatos anteriores, se da por inaugurada “Del cielo a casa” una exposición tan trascendental para el diseño argentino que me movilizó a tal punto de escribir éste artículo para reflexionar y hasta quizás reclamar por el espacio que nuestro diseño merece.

Ésta exposición es un hito en el largo camino del diseño hacia su meta, la de ser patrimonio histórico en Argentina, ese camino hasta tiene sus coincidencias con los anteriores 3 casos y por eso fueron detalladamente descritos. 

Hay que conocer y entender que éste recorrido empieza antes que la exposición, con la Fundación IDA quien es la mayor aportante de objetos a la exposición que tuvo lugar en el Museo MALBA. Ese camino (en la era actual) arranca en 2013 cuando Wustavo Quiroga se junta a Raúl Naón con el fin de crear un archivo sistematizado de diseño, esos fueron los primeros pasos de la Fundación IDA que a partir de ese momento toma en cierta manera la posta de el trabajo que realizaba el CIDI en los años 60/70.

Unos años más tarde en el año 2015 y con el llamado a un comité evaluador constituido por popes del diseño argentino, se convierte en una institución sin fines de lucro con el objetivo principal de conformar un acervo patrimonial de diseño argentino abarcando sus diferentes ramas. 

«En su planteo original IDA se propone abocarse a la investigación, la recuperación, la conservación, la difusión y la puesta en valor del diseño nacional a partir de la recuperación y el trabajo de fondos integrados por documentos y por objetos del diseño en sus principales campos: industrial, gráfico, de indumentaria y textil y de teoría y gestión». Fundación Investigación en Diseño Argentino – IDA, 2015.

Equipo Fundación IDA. Comisión Administrativa: Wustavo Quiroga, Marina Balma, Raúl Naón. Equipo ejecutivo: Diego Gómez Acuña, Julieta Penedo, Mariángeles Zamblera, Damián Domínguez, Mariel Szlifman, Sebastián Rodríguez, Franco Chimento, Emmanuel Pan, Constanza Martinez

En el afán recopilatorio para que éste artículo tenga contenido a modo de pruebas con el fin de dimensionar la magnitud de la exposición estuve leyendo a algunos de los integrantes de la Fundación y el rico archivo de entrevistas que pasa casi desapercibido dentro de la web de IDA pero que debería ser de visita obligatoria para futuros diseñadores.

En esas lecturas me tope con un artículo publicado en Cuaderno N°202 (publicación de la Universidad de Palermo) donde Franco Chimento (diseñador industrial graduado de la UNMDP y parte del equipo técnico de la fundación) cita un estudio realizado por Berthet y otros (2018) donde deja en claro la importancia de la tarea que los archivos de diseño desempeñan como un papel vital en la preservación del patrimonio cultural al «ayudar a transmitir conocimientos y experiencia a las generaciones futuras y crear conciencia sobre el valor del patrimonio cultural».

Franco más adelante en su artículo pone en palabras las ideas que cruzaron por mi cabeza al ver aquel cartel de bienvenida en el Museu del Disseny:

«Comprender el valor patrimonial del diseño es fundamental, ya que promueve su preservación y por tanto posibilita su estudio para reflexionar sobre cómo nos pensamos como sociedad». (Diseño y memoria: La importancia patrimonial del diseño en la construcción de la identidad argentina, Franco Chimento p.13)

Siguiendo con los aportes y en el mismo sentido German Lang en una entrevista que se encuentra en el archivo digital de la Fundación, se puede leer:

«Sin archivos de diseño no hay memoria; y, si no hay memoria, pareciera que el diseño siempre está viviendo un renacer. Es crucial contar nuestra propia historia del diseño y que sea tomada en cuenta desde lo académico (son muy pocas las horas cátedras que se destinan a indagar sobre nuestra historia del diseño), para después ser conocida y reconocida socialmente». Germán Lang, coordinador del sector de Diseño del Mercado de Industrias Creativas Argentinas MICA. 08/20/2020 Fundación IDA.

El mismo Lang más adelante aclara: 

«Debemos ser capaces de construir ámbitos para democratizar la llegada a nuestra producción de diseño. Y, en esto, es importante que se piense estratégicamente y de manera mancomunada entre los actores que trabajan en torno al diseño, tanto desde lo académico, lo público, el tercer sector y la inversión privada. Si no se piensa de manera conjunta, será muy difícil de generar en un corto plazo, en momentos donde las necesidades del pueblo están en socorrer necesidades vitales. Es prioritario que el diseñador se entienda como un agente de cambio y se convierta en un militante activo de la profesión».

Del cielo a casa” puso en evidencia esas palabras de Chimento y Lang. La exposición y gracias al maravilloso trabajo del equipo curatorial que supo seleccionar y organizar parte del archivo de la Fundación IDA que aportó 250 objetos de los 600 exhibidos provenientes de diferentes archivos y colecciones públicas y privadas del país.

Foto: Fundación IDA. Equipo curatorial Del Cielo a Casa: Sebastián Adamo, Verónica Rossi, Paula Zuccotti, Juan Ruades, Carolina Muzi, Leandro Chiappa, Martín Wolfson, Marcelo Faiden y Gustavo Eandi

La exhibición no buscaba marcar una historiografía del diseño nacional, por lo que no hay línea de tiempo sino agrupaciones temáticas a partir de las cuales se presentan momentos, espacios y no-lugares, de la cultura nacional: Argentum, rutas, antártida, centro, campo, hogar, veraneo, recreo, cuerpo, cicatrices, economía, avanzada y siam di tella. Insisto, perdón en la no descripción detallada de los productos de cada eje, pero si invito a ver la colección virtual en la página web del MALBA y emular las sensaciones que tuve yo al ver la exposición.

Este enfoque etnográfico fue el hilo conductor que marcó el camino, más allá de la autoría o los procesos, donde se reconoce la mirada de la diseñadora industrial Paula Zuccotti que invita a abordar la cultura material desde los usos, las costumbres, los rituales y los simbolismos que las cosas generan en una sociedad. Éste aporte, a mi entender necesario, otorga federalismo y quita nombres propios de la mirada principal dejando como protagonista al diseño.

Cerrando ésta recopilación de pruebas, a modo de conclusión y con carácter de reclamo.

El diseño argentino hoy, después de la exposición del “Cielo a casa”, la segunda exposición más vista en la historia del museo MALBA, demuestra estar a la altura de las circunstancias y reclama un lugar donde poder mostrar su valor de manera permanente.

Ahora que la tarea ya fue comenzada por parte de la Fundación IDA y el equipo curatorial de la exposición, nos toca tarea a nosotros: la comunidad del diseño. 

Las preguntas que debemos formularnos desde el ámbito del diseño: ¿Qué queremos mostrar? y ¿Cómo debemos mostrarlo?. Sobre ésto creo que existen dos grandes grupos en la tarea de difusión del diseño; publicaciones y exposiciones. Ambas, a su vez, pueden tener dos funciones: difusión o análisis. 

Las publicaciones periódicas de diseño por necesidades comerciales (comprensibles) deben exhibir productos periódicamente, esto hace que el eje esté corrido y la importancia del producto no esté dada por sus características sociales, técnicas, funcionales y/o productivas. A su vez este tipo de publicaciones suele caer en nombres propios enalteciendo personalidades, ésto le da un carácter personal más allá de la disciplina y en algunos casos mayor a élla. Por otro lado, las exposiciones por parte de privados, en su mayoría (y también de manera comprensible) poseen un carácter comercial por sobre el de difusión de la disciplina. 

Por todo lo expuesto, apostando y hasta incluso reclamando un espacio físico donde exhibir de manera permanente el patrimonio cultural del diseño, considero que los elementos allí exhibidos deben tener la certeza de haber cumplido sus funciones correctamente durante un largo periodo de tiempo, y en especial desprovisto alabanzas sobre nombres propios por lo que novedades y tendencias no deberían ser prioridad. Ese futuro espacio permanente debe ser visto como una plataforma de aprendizaje y experiencia para para estudiantes de diseño y campos de estudio relacionados. Debe ser un lugar donde los estudiantes puedan encontrar inspiración durante su formación para convertirse en diseñadores y analistas de cosas.

Más allá de los puntos de vista y conclusiones personales que han leído a lo largo de éste artículo, es interesante y necesaria la tarea de reflexión sobre la importancia que damos y creemos que necesita nuestra disciplina. En momentos en donde el campo de trabajo está en permanente discusión, definir el punto de partida puede ser una gran decisión. Como han leído, nada cambia sin nada.

Información

Museo Nacional de Diseño Singapore
www.designsingapore.org

Museum der dinge Berlín
www.museumderdinge.de

Disseny Hub Barcelona
www.ajuntament.barcelona.cat/museudeldisseny

Fundación IDA
https://www.fundacionida.org

Museo MALBA
https://www.malba.org.ar

Entrevista de Alejandro Csome (@alejandrocsome) a Wustavo Quiroga
www.youtube.com

También te puede interesar